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Comprensión lectora y lenguaje: una relación que va más allá de "leer bien"

Jul 15, 2025

Cuando hablamos de comprensión lectora, muchas veces pensamos en responder preguntas después de leer un texto. Sin embargo, la comprensión va mucho más allá. Comprender lo que se lee es una de las habilidades más complejas del desarrollo humano, y está profundamente conectada con el desarrollo del lenguaje.

 

 ¿Qué es la comprensión lectora?

La comprensión lectora es la capacidad de construir significado a partir de un texto. No se trata solo de reconocer palabras o leer en voz alta, sino de entender ideas, inferencias, relaciones y emociones que el texto comunica.

Leer no es suficiente. Comprender lo que se lee requiere:

  • Conocimiento previo
  • Vocabulario amplio
  • Sintaxis (estructura de oraciones)
  • Atención y memoria de trabajo
  • Pensamiento inferencial
  • Autorregulación cognitiva (saber cuándo no estás entendiendo)

Y en el centro de todo esto está el lenguaje.

 

¿Cómo influye el lenguaje en la comprensión?

El lenguaje oral es la base del lenguaje escrito. Un niño que ha desarrollado sólidamente su comprensión oral, su vocabulario y su capacidad de organizar ideas tendrá más herramientas para comprender lo que lee.

🔹 Si no entiende ciertas palabras cuando las escucha, tampoco las entenderá cuando las lea.
🔹 Si no puede organizar ideas verbalmente, le costará hacerlo en su mente al leer un párrafo.
🔹 Si no ha desarrollado habilidades narrativas, se le dificultará seguir la estructura de un texto.

Estudios de la neurociencia educativa han demostrado que el cerebro activa áreas similares cuando escucha y cuando lee, especialmente si hay una buena comprensión del lenguaje oral. Esto significa que trabajar el lenguaje desde edades tempranas impacta directamente en la lectura futura.

 

¿Cómo apoyar esta relación en el salón de clases?

Aquí van algunas estrategias prácticas para fortalecer el vínculo entre lenguaje y comprensión:

1. Hablar más, hablar mejor

Dedica tiempo a conversaciones significativas, debates, narraciones orales. La riqueza del lenguaje oral en el aula es un predictor directo de la comprensión lectora.

2. Enriquecer el vocabulario todos los días

Introduce palabras nuevas en distintos contextos. No temas usar palabras “difíciles”; explícalas, juega con ellas, integralas en el día a día.

3. Modelar el pensamiento

Lee en voz alta y haz “pensamiento en voz alta”: “Esto me hace pensar que…”, “Aquí no entiendo bien, voy a releer”. Los alumnos aprenden a pensar leyendo si te escuchan hacerlo.

4. Trabajar estructuras del lenguaje

Jugar con conectores, ordenar secuencias, reconstruir cuentos, comparar versiones… todo ayuda a que los niños entiendan cómo se construyen las ideas.

5. Actividades multimodales

Relaciona el lenguaje con imágenes, gestos, dramatizaciones, dibujos. Esto ayuda a fijar significados y comprender mejor.

 

Leer no es solo un acto académico, es una puerta al pensamiento, al mundo y a uno mismo. Y para abrir esa puerta, el lenguaje es la llave.

Por eso, cuando fortalecemos el lenguaje oral, también fortalecemos la comprensión lectora. Como docentes, tenemos el poder de enriquecer esta conexión desde los primeros años y a lo largo de todo el proceso educativo.

Si quieres aprender más estrategias para favorecer la fluidez y comprensión lectora te invitamos a inscribirte a nuestro diplomado de Rendimiento Académico o a nuestro Curso de Lectoescritura nivel avanzado.

 

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